Buscar este blog

noviembre 25, 2020

Moriste siendo el #10

 Diego Armando Maradona Franco paz a su alma.

Hoy, no se exactamente a qué hora, falleció una estrella del fútbol argentino, un día como cualquier otro se tornó en controversia, nadie podía creerlo y es que como una estrella, cómo alguien con semejante fama y gloria, al momento de morir no era más que otro ser humano, que amó y sufrió, que aunque haya dejado inmortalizado su nombre en la historia de una nación y haya dado tantas alegrías a muchas personas, simplemente se fue, dando paso al ciclo de la vida.
Hoy es un día como cualquier otro pero no puedo dejar de pensar en él, aunque no lo conocí particularmente y sinceramente sus tendencias políticas según mi juicio solo oscurecían y nublaban sus hazañas pasadas, sin contar las cantidades de veces que salió en público cometiendo cualquier cantidad de  actos poco deseables o enredados en rumores que solo manchaban lo bueno de su nombre, aún así, desde mi casa observando las noticias solo pienso en lo poco que somos, siendo más pequeños que un grano de arena en este vasto universo y de igual forma siendo  condenados al olvido quizás en unos meses o años, tan cruel es el tiempo que no se apresura porque sabe que tiene toda la ventaja, solo nos da una vida y con todo ya sabe el final, ya sabemos el destino pero que hay de esa vida que se nos otorga, que deberíamos hacer, como encontramos la inmortalidad, y es que hoy me di cuenta que no importa que tan criticado o qué tan amado pudiste haber sido, hoy me di cuenta que sin importar lo que hayas hecho, fuiste sobresaliente en un mundo de millones, hiciste historia y cumpliste tus sueños, sin importar como hayas vivido después o las cosas que hayas hecho, te respeto porque fuiste una estrella y supiste sacarle esa ventaja al tiempo aunque fuese solo un parpadeo. Naciste siendo nadie y te moriste siendo Maradona el #10. Paz a tu alma.

La luna y el sol

 Lo nuestro siempre ha sido y nunca ha podido ser, como la luna queriendo encontrarse con el sol en el crepúsculo, esperando otra noche más para poder encontrarse con su amor eterno pues son el uno para el otro. La luna, aquella amante que aguarda todas las noches esperando y esperando, aún sabiendo el trágico destino que les aguarda. El sol aquel apasionado amante que busca la manera de ser más brillante para que así su amor pueda encontrarlo. Que triste la vida de aquellos amores que están y no son, dispuestos a todo, almas gemelas separadas por su mala suerte. Que triste lo nuestro que siempre ha sido y nunca ha podido ser. 


noviembre 22, 2020

50 reglas de oro

1. Nunca saludes de mano a nadie sin

ponerte de pie. 

2. En una negociación, nunca hagas la 

primer oferta. 

3. Si te confían un secreto, guárdalo. 

4. Regresa con tanque lleno el auto que te prestaron. 

5. Haz las cosas con pasión o mejor no las hagas. 

6. Cuando saludes de mano, hazlo firme y mirando a los ojos. 

7. Vive la experiencia de hacer un viaje solo. 

8. Nunca rechaces una pastilla de menta, las razones son obvias. 

9. Acepta consejos si quieres llegar a viejo. 

10. Acércate a comer con la persona nueva en la oficina. 

11. Cuando le escribas a alguien enojado, termina y vuelve a leerlo, después bórralo y hazlo de nuevo. 

12. En la mesa no hables de trabajo, política o religión. 

13. Se Justo, defiende a los que son abusados sin abusar. 

14. Escribe tus metas y luego trabaja por ellas. 

15. Defiende tu punto de vista sin ofender ni insultar, se tolerante y respetuoso ante el ajeno.

16. Llama y visita a tus padres, hijos, familiares y amigos, no pierdas el tiempo esperando que ellos lo hagan primero.

17. Nunca te arrepientas de nada, aprende de todo. 

18. En momentos o días de soledad, relájate, disfruta y aprende.

19. El honor y la lealtad son básicos en tu personalidad. 

20. No le prestes dinero a quien sabes que no te pagará. 

21. Cree en algo. 

22. Tiende tu cama al levantarte por las mañanas. 

23. Canta en la ducha.

24. Cuida una planta o un jardín. 

25. Observa el cielo cada vez que puedas. 

26. Descubre tus habilidades y explótalas. 

27. Ama tu trabajo, o déjalo. 

28. Pide ayuda cuando la necesites. 

29. Enséñale un valor a alguien, de preferencia a un niño. 

30. Valora y agradece a quien te tienda la mano. 

31. Se amable con tus vecinos. 

32. Hazle el día más alegre a alguien. 

33. Compite contigo mismo. 

34. Regálate algo mínimo una vez al año. 

35. Cuida tu salud. 

36. Saluda con una sonrisa siempre. 

37. Piensa rápido, pero habla despacio. 

38. No hables con la boca llena. 

39. Lustra tus zapatos y corta tus uñas. 

40. No opines sobre temas que desconozcas. 

41. Nunca maltrates a un animal. 

42. Alza la voz ante las injusticias. 

43. Nunca pierdas la maravillosa oportunidad de quedarte callado. 

44. Reconoce a alguien su esfuerzo. 

45. Se humilde ante todo. 

46. Nunca olvides de donde vienes. 

47. Viaja cada vez que te sea posible. 

48. Cede el paso. 

49. Baila bajo la lluvia. 

50. Busca tu éxito, sin desistir.

Palabras que hieren.

 Muchas palabras existen, con ellas se puede hacer las oraciones más hermosas y sutiles que hayas escuchado jamás, se utilizan para discursos motivadores que pueden cambiar la manera de pensar de muchos, se utilizan todos los días cuando hablamos y nos expresamos, pero la palabras más allá de ser un simple conjunto de letras, nos transmiten sentimientos, aquellos que anhelamos expresar y muchas veces se utilizan palabras para intentar darle un significado a eso que queremos expresar a otros, lo bueno y lo malo, amor y odio, y un sin fin de sentimientos que nos mueven día a día pues eso somos, seres movidos por sentimientos, solo que no siempre ese sentimiento es bueno, no siempre queremos demostrarle amor a una persona, hay palabras que nos hieren y palabras con las que herimos a otros.


 Palabras que dichas de manera simple no significan nada pero dichas en un momento de tensión dejan de ser sutiles, cambian su naturaleza a un modo destructivo capaz de llegar y afectar nuestra alma, oh porque decimos esas palabras? Sentimos la necesidad de descargar esa irá justo encima de la otra persona con la que diferimos, hacerla sentir menos que nosotros, creemos que tenemos el poder cuando por fin explotamos y soltamos ese veneno que nos deja extasiados y muchas veces sintiéndonos bien con nosotros mismos pero que hay de la otra persona, casi nunca nos ponemos del otro lado de la moneda y tratamos de entender a los demás, si tan solo cerráramos la boca tan solo un instante, oh qué sentimiento tan desagradable que solo se entiende cuando alguien nos hiere, entonces porqué herimos a otros? Aunque la naturaleza humana este predeterminada a seguir los mismos patrones de hace 5000 años, creería que si nos detenemos un instante, justo antes de decir lo que sentimos e intentamos primero sentir lo que sienten los demás, estoy seguro que la humanidad llegaría a la etapa más grandiosa jamás conocida, alejado del ego individual y moviéndose por una corriente mutua de entendimiento, evitaríamos tantas cosas, hasta unas cuantas guerras y la humanidad tendría esa oportunidad que tanto necesitamos, si tan solo nos tomamos un segundo para enter al prójimo las palabras hirientes perderían todo ese efecto tan contrario y tan enemigo de la esperanza y el amor.



Y si entendamos cambiar esas palabras que hieren con palabras llenas de comprensión, intentando ponernos por un segundo pensando en los sentimientos del otro y no en nuestro propio sentimiento, palabras que al oírla la otra persona quedé atónito y sin creer que de nuestra boca salieron esas palabras que había querido escuchar, que le llenan al saber que usted le ha entendido sin necesidad de estar de acuerdo con la esa persona, siendo inteligente emocionalmente y dejando que nuestra humanidad aflore a su más hermosa expresión. En cambio si somos nosotros las víctimas de aquellas palabras, escuchemos y observemos, dejemos que la otra persona intente explicar sus sentimientos a través de esas palabras, seamos fuertes para no permitir que esas palabras nos hieran pues es solo el sentimiento el que importa. Cómo dijo alguna vez buda- "el odio no se combate con odio, se combate con amor".

noviembre 18, 2020

Carta 2

 21 de abril de 1942



Carta #2


Tienes una hermosa mirada.


Mi peculiar amigo me ha dicho que tomaste y leíste mi carta, pero que no parabas de temblar mientras la leías y que no dijiste nada, sólo te fuiste lejos de él, sin darme respuesta alguna. Pensé que esto pasaría, que serías lo bastante lista y consciente para sospechar que esto era una trampa. No te culpo.

Pero no es así. Puedes confiar en mí. Te juro por mi honor que no quiero tenderte una trampa, sólo quiero conocer a la mujer que ayuda a que el trabajo de los niños y los ancianos sea más “llevadero”. Sí. Te he visto. Sé que les quitas el peso de los escombros que llevan, cargándolos tú sola, y que cuando están descansando, haces a los niños morisquetas y les cuentas historias, arrancándoles risas y alegrías. Lo que más sé es lo hermosa que es tú sonrisa cuando te das cuenta que por un momento ellos pueden olvidar donde están. Esto y más es lo que poco a poco ha hecho que piense en ti y que reuniera todas las fuerzas y valentía necesarias para escribirte. Sólo imagina el peligro al que me estoy exponiendo por querer conocerte.

No te pediré que me respondas con un largo testamento. 

Una palabra. Me basta de verdad si es tuya.


Sigue sonriendo.



Ernst Kaltenbrunner


De un desconocido a una desconocida... (Carta 1)

 

Campo Buchenwald 17 de abril, año 1942.

 

De un desconocido a una desconocida…

 

He encontrado por casualidades de la vida a alguien que puede entregarte una carta, no sé si fue mi suerte o fue el destino aunque me gustaría pensar que son puras casualidades las que me conducen a ti. Aunque mi amigo no es del todo cuerdo, es un buen hombre y confió en él, tanto como para dejarle una carta que podría significar muchas cosas y ninguna buena.

Tengo solo un par de días en este campo, no sé cuál es tu nacionalidad, no se tu nombre, ni siquiera sé si me vas a meter en problemas por esta carta, pero desde que llegue note algo, una mirada, tu mirada… Si te soy sincero, sentí que eras para mí. Luego no pude evitarlo e inconscientemente sonreí, fuiste testigo, bueno tú me viste. Pero tu mirada sé que quiere decirme algo. Me atrevo a pensar que tu mirada dice lo que te dice la mía, es que en realidad no puedo evitar pasar y mirarte… saber que me ves a lo lejos también aunque disimuladamente. A través de todos es fácil disimular unas lindas miradas como las de nosotros pues solo cuando se encuentran nuestras miradas, por un instante, solo somos nosotros.

Quisiera disculparme, puedes pensar que soy parte del problema pero es un problema que no elegí estar, simplemente las circunstancias del destino me trajeron hasta aquí, pero la peor circunstancia y quizás la peor encrucijada de mi vida es estar al otro lado de la moneda donde te encuentras tú. Yo un guardia alemán NAZI y tu… una mujer judía en un campo de concentración.

Solo antes de despedir estar carta, arriesgando mi vida pero luchando por lo correcto quisiera conocer tu nombre…

 

 

Nuestras miradas están lejos de ser entendidas por otros.

 

Ernst Kaltenbrunner

Carta para la abuela Rosita

 Hola abuela, como está?, Yo bien dentro de lo que cabe, extrañándola muchas veces en los que su recuerdo pasa por mi memoria, ya hace algun...